Por Yeceenys Ramírez
Las sociedades humanas se desenvuelven a través de las interacciones que realizan sus miembros. Estas interacciones las realiza el hombre de diferentes formas, fundamentalmente, con la intención de comunicarse. Una de esas formas de comunicación es la conversación que es una de las actividades más típicas del hombre. La conversación forma parte de la vida cotidiana de todos, es esencial. Basta sólo con imaginar la imposibilidad de comunicarse para captar la importancia que ella reviste en la cotidianidad; por tanto, cuando la persona se comunica mantiene el contacto con el mundo.
Las sociedades humanas se desenvuelven a través de las interacciones que realizan sus miembros. Estas interacciones las realiza el hombre de diferentes formas, fundamentalmente, con la intención de comunicarse. Una de esas formas de comunicación es la conversación que es una de las actividades más típicas del hombre. La conversación forma parte de la vida cotidiana de todos, es esencial. Basta sólo con imaginar la imposibilidad de comunicarse para captar la importancia que ella reviste en la cotidianidad; por tanto, cuando la persona se comunica mantiene el contacto con el mundo.
Por ser una actividad habitual
resulta necesario hacer investigaciones en esta materia, puesto que con ello se
podría entender más como homo loquens,
como seres que se interrelacionan con otros y es importante evaluar cómo se
hace, qué se logra con lo que se hace cuando se conversa o se interactúa.
En cada intercambio oral que se
ejecuta confluyen elementos diversos que pueden influir con el éxito o no de la
interacción. Uno de esos elementos tiene que ver con las características
psicosociales de quienes intervienen en la interacción, es decir, con la manera
como las personas se ponen a interactuar, los roles o papeles que se eligen
entre múltiples posibilidades, qué posiciones se adopta respecto a la situación
en que se interactúa, de qué modo se manifiestan las cualidades y cómo se
interpretan las posiciones de los otros (Tusón, 1997).
La comunicación
es una actividad que crea una situación coherente en la que se transmite un
contenido con el cual el emisor o interlocutor intenta influir en el sistema de
conocimientos, comportamientos o valores del destinatario o receptor (Austin,
1982). Por consiguiente, las relaciones interpersonales juegan un papel
importante en toda organización, puesto que a medida que los trabajadores
conocen su organización y son conscientes de sus capacidades, intercambian
experiencias que contribuyen al logro de los objetivos trazados por la
organización (Edel, García, Guzmán 2007, p. 43). Además, tal como lo expresan
Hellriegel, Slocum, y Woodman (1999) los miembros de una organización aumentan
su propio sentido de bienestar y se vuelven más productivos cuando entablan una
comunicación interpersonal.
Robbins (2004), establece que “la
comunicación es la transferencia de significados entre los miembros de una
organización, mediante la cual se transmiten las ideas y la información de una
persona a otra” (p. 135). De allí que, una buena comunicación es importante
para los gerentes en virtud de que, por un lado, a través de la comunicación se
cumple con las funciones gerenciales de planeación, organización, dirección y
control, y por el otro, la comunicación es una actividad en la que los gerentes
dedican una muy buena cantidad de tiempo.
Por esta razón, un gerente no debe
olvidar la importancia que reviste en su organización la comunicación, ya que
le permite realizar su trabajo, informar para ejecutar cualquier planificación,
los planes han de ser comunicados a otros para que se realicen. Así como
también, el gerente tiene la obligación de comunicarse para delegar o asignar
responsabilidades de trabajo, lo mismo que transmitir a sus subordinados de
modo tal para que se pueda alcanzar las metas de grupo. Las comunicaciones
orales, las escritas y, en forma creciente, las electrónicas son parte esencial
del control. De ahí que el proceso de la comunicación sea el fundamento de
cualquier función gerencial.
En este mismo orden de ideas, Dorta
(2010) expone que las comunicaciones institucionales internas promueven la
participación, la integración y la convivencia en el marco de la cultura
organizacional. Allí adquiere sentido el ejercicio de funciones y el
reconocimiento de las capacidades tanto individuales como las grupales; por consiguiente, esta
autora plantea que la ausencia de estrategias comunicativas al interior de la
institución, la falta de canales o la subutilización de éstos, conlleva a la
lentitud en los procesos y en las acciones a ejecutar, además genera retardo en
las respuestas y desinformación en cuanto a las políticas; incluso todo esto
imposibilita la verdadera interacción en lo interno de la organización. Por
ello, para esta autora resulta indispensable la comunicación para que no se
pierda la coherencia entre las acciones que se realizan dentro de la
institución con la realidad del entorno.
Por su parte, López (2010) plantea la
necesidad de la efectividad en la comunicación, acción ésta que se logra,
tomando en consideración la comunicación no verbal (gestos, ruidos, entre
otros); el escuchar con detenimiento al otro, esto hace que se perciba que se
le respeta a quien se escucha. Para que una comunicación sea efectiva hay que
tomar en cuenta siempre las siguientes claves: Mantenerse en contacto siempre,
ser claro y preciso, reunirse cara a cara y fomentar el feedback. Finalmente,
esta autora concluye que la comunicación es una actitud de apertura hacia el
otro que implica disponibilidad generosa para compartir, en otras palabras, una
relación para dar y recibir.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Austin, J. (1982). Cómo hacer cosas con las
palabras: Palabras y acciones. Barcelona: Edit. Paidós.
Dorta Quintana, A. (2010). Comunicación Organizacional. [Artículo
en línea]. Disponible en: http://centrodedesarrollogerencial.blogspot.com/search/label/Comunicaci%C3%B3n%20Organizacional
[Consulta 2011, Febrero 17].
Edel,
R. García, A. Guzmán, F. (2007). Clima y Compromiso Organizacional. Vol. II. [Documento en línea]. Disponible: http://eumed.net/libros/2007c/
[Consulta, 2011, Febrero 17].
Hellriegel D., Slocum,
J., y Woodman R. (1999). Comportamiento organizacional. México:
International Thomson Editores.
López, I. (2010). La
Comunicación Efectiva. [Artículo en línea]. Disponible
en: http://centrodedesarrollogerencial.blogspot.com/2010/12/la-comunicacion-efectiva.html
[Consulta 2011, Febrero 17].
Robbins,
S. (2004). La
administración en el mundo de hoy. México: Prentice-Hall
Editores.
Tusón V., A. (1997). El análisis
de la conversación. Barcelona: Ariel.
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